Charly:
Sé que te fallé al no cumplir mi última promesa. No entendí lo importante que era para ti hasta que fue demasiado tarde y decidiste (o te orillé a decidir) terminar lo nuestro aunque recién estaba comenzando, al menos lo parecía así, que nos encaminábamos de nuevo a ese “nosotros” que tanto querías y que yo empezaba a querer también.
Fuí torpe al no saber cómo cuidar de tus sentimientos, y sé que no me culpas ni estás molesta conmigo, pero a veces yo me culpo. Ni siquiera tuve el valor de dejarte cuando más te estaba haciendo daño. Sé que tú no querías dejarme y aún así fui cobarde al dejarte decidir y poner todo el peso sobre ti. Perdón.
Perdóname por eso y por todas las otras cosas, sí.
Por no haber sabido pronunciar nunca tu nombre junto al mío.
Por haber sido una ausencia constante para ti.
He visto que has cambiado y has crecido. Al menos por lo que puedo interpretar de tus publicaciones en redes sociales. Creo que ahora vives en Puebla. Recuerdo que queríamos vivir juntos, que planeamos tantas cosas que nunca pudimos cumplir, porque siempre estuvimos lejos.
Y ahora que estás aquí, a un paso, tan aparentemente accesible, tan cerca, me llena de terror buscarte y volverte a fallar. Darme cuenta que no era la distancia el problema, que siempre fui yo, mi timidez. Ese miedo a no ser suficiente para ti y para tu mente tan agitada y despierta, para tus ideas revoltosas y la intensidad de tu fuego, aunque siempre me aseguraste que era suficiente y más, y me quisiste (puedo afirmar que incluso me amaste) así.
Por eso perdóname también por no haber corrido a buscarte ahora, sabiendo que estás aquí. Quizá algún día tenga el valor de quererte y dejarme estar contigo.
Sé que sabes donde buscarme y también sé que no lo harás, porque ambos seguramente coincidimos en que es mi turno de hacer algo por ese “nosotros”.
Así que tenme un poco más de paciencia y de fé, para tratar de recuperarte.
No prometo que lo haré pronto (incluso quizá nunca) pero sí que, de hacerlo, cumpliré la promesa pendiente, y te llevaré a Cuetzalan, donde siempre has querido ir y donde sé que no irás si no es conmigo.
Hasta que nuestros caminos se vuelvan a cruzar.
Siempre tuyo, el chico de los libros.
Pues, literalmente es una sección de cartas que escribí, quizá con lo que me hubiera gustado escuchar de esa persona, quizá con lo que le hubiera respondido, quizá…
Espero les gusten. Miaus.
Charly con K 
Qué bien leerte de nuevo por el blog. Me encanta esta sección de cartas. Espero pronto poder seguir leyendo más 🙂
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